Cuando era un niño pequeño, Ken siempre observó que sus padres tenían mayor preferencia por su hermano mayor Osamu, un niño prodigio. Ken fue desarrollando algo de envidia hacia Osamu debido a ello.
Ken es uno de los niños que ayudó a los digielegidos en su batalla con Diaboromon. Meses después, cuando estaba con Osamu en su habitación, un Digivice salió de su computadora. Osamu lo tomó, pero no ocurrió nada, así que lo guardó en su escritorio. Ken, movido por su curiosidad, sacó el Digivice de Osamu, y con él entró al digimundo, descubriendo así que ese digivice en realidad era suyo y no de su hermano. Fue allí donde conoció a Wormmon y ayudó a Ryo a luchar contra Millenniummon. Sin embargo, luego que Millenniummon fuese derrotado, logró esparcir sus datos en forma de esporas oscuras. Ken sin saberlo recibió una de ellas, la cual se hundió dentro de su cuello. Wormmon y Ryo tuvieron que cuidarlo por tres semanas antes que pudiera volver.
Al regresar al mundo real, Osamu lo golpeó y lo regañó por haber tomado el digivice. Ken finalmente, en medio de la confusión, y enfurecido por la forma en como su hermano lo trató, empezó a desear "que Osamu se fuera". Poco después, su hermano moriría atropellado por una vagoneta, y Ken se sintió culpable por haberlo deseado.
Algún tiempo después, recibió un e-mail de fuentes desconocidas (más tarde revelándose que era de Yukio Oikawa) diciéndole que usara su Digivice para escapar hacia "un mundo donde su espíritu podría descansar". Ken lo hizo, y fue llevado hacia el mar de las tinieblas. Su Digivice se convirtió entonces en un Digivice D-3 negro, y Ken adoptó entonces muchos aspectos de su hermano muerto. Se convirtió en un niño genio, y gran deportista. Sin embargo, las esporas oscuras en su interior continuaron su trabajo, por lo que Ken se volvió una persona estoica y apática, viendo a todos a su alrededor como insectos. Fue entonces, que decidió conquistar el mundo que pudiese desafiarlo.
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